sábado, 30 de octubre de 2004

Días de amiguitos

Se va calmando mi estrés mental, se va calmando la sicopatía, el temor a colapsar, a quedarme dormida, a que se me abra en la cabeza en dos en el trabajo y emerja el lagarto que escondo bajo mi piel. Ya no llego a mi casa preguntándome cómo sobreviviré al agotamiento de un día más, ya puedo caminar más de tres pasos sin verme ridícula al salir de la tienda. Tengo más energías para seguir con esa otra vida que no es trabajo ni clases, que ocurre puertas afuera, para hacer otras cosas y recuperar amigos abandonados.

El miércoles cine con Ismael, aunque llovía con furia y no le habría hecho el asco a dormir algunas horas. Siempre un gusto verlo, no sé que tiene que me cae tan bien, si nunca invita a comer a su casa y llega tarde a todas partes, aunque su acompañante de turno se esté empapando a 1500 grados bajo cero… Pero bueno, se le perdona porque está por irse (un minuto de silencio por favor), así que para allá partimos, “singing in the rain”, Ismael intentando reparar sus culpas protegiéndome de la lluvia mientras yo insistía en convencer a su paraguas de que no se incrustara en mi ojo.

Siguiendo con nuestra costumbre de ver películas livianitas elegimos “Inconscientes”, una producción española, protagonizada por Leonor Watling y el cada vez más erótico Luis Tosar, que se mete en tono de comedia perversilla en el boom del psicoanálisis de la Barcelona de principios de siglo. Bastante bien, he de decir que me reí bastante y ni siquiera me llegó a molestar el Sigmund Freud algo rechonchito que aparecía por ahí…

Anteayer se pasó Antonia por la tienda, veinte minutos antes de que acabara mi turno, así que la dejé dando vueltas por Alberto Aguilera y luego me la traje pa’ la casa, donde compartimos el ritual de la abuelita –pancito caliente, pastelillos, té- y nos faltó poco para ponernos a tejer calcetines, con los huesos pegados a la calefacción y la lengua tiesa de tanto conversar. Sin embargo, la cercanía de mi clase con el paradójico Parral me hizo interrumpir tan idílico estado para salir a luchar contra vientos huracanados y temperaturas sanguinarias, siempre incansable en la lucha del cultivo intelectual.

(jeje)

Ayer fue un día Heidi, así que olvidándome de mi drama epicúreo (perdón, quise decir pedicuro… que me duelen los pies, vamos) salimos a pasear con su recién estrenada maternidad por Gran Vía y terminamos comprando libros en La Casa del Ídem, luego de comernos una ensalada de cangrejo y gambas absolutamente repugnante (dudo que algún cangrejo o gamba se sintiera muy identificado con el contenido del plato en todo caso) y pasearnos con cara de compradoras por El Corte Inglés para usar el baño, bastante poco higiénico por lo demás.

Hoy vendí un sillón de cuero de casi 500 euros y varias cosas más. Un buen día, aunque Domitila no podía disimular su escasa felicidad y se esforzara por tenerme ocupada en la bodega (almacén para estos terruños... gente extraña, qué se le va a hacer) para que no siguiera vendiendo. Parece que hoy andaba más estresada que nunca, estábamos todos arrancándonos de ella y sus afanes didácticos. Y es que le falta poco para corregir cómo uno toma el lápiz para anotar los pedidos… Bueno, paciencia, además nada podía destruir la felicidad que sentía de sólo pensar que el lunes no se trabaja. Así que cuando llegué a mi casa me armé un porrito y me dispuse a disfrutar intensamente de la no productividad, hasta que llegó Rebeca y nos entregamos a placeres más alimenticios aunque igualmente bienvenidos. La idea es irnos más tarde donde Nadia, que se va a juntar con Julián en no sé que lugar porque toca no sé quién a no sé qué hora… y de ahí a Sala Sol, a bailar y botar tensiones, aunque semejante panorama divida mi totalidad en un alma danzarina que vota a favor del proyecto y un cuerpo laboralmente explotado que no está tan de acuerdo con eso de que lo sigan sacudiendo. Pero siento que tengo que aprovechar ahora, antes que empiece la sicopatía de diciembre. Un delicioso cóctel no apto para espíritus débiles o topos encarnados en atractivas dependientas de Eugenio Risopatrón (ejem!): trabajar de lunes a domingo (sí, leyeron bien, 31 días de corrido), turnos de más horas, con la tienda llena a rebosar y Domitila más “nerviosa” que nunca. Y la estocada final, todo esto bajo el influjo de los no menos desquiciantes villancicos que –ya estoy advertida- después no hay cómo sacárselos de encima. Pero bueno, como estoy en mi etapa del vaso medio lleno, intentaré afrontar tan duros trances con espíritu navideño. Además, un pequeño detallito… como dijo Tony: “Ay nena, por lo menos nos van a pagar un pastón”.

13 Comments:

Blogger Barro said...

Me encanta Leonor Watling, sobre todo cuando hace de clon de Ally MacBeal en "A mi madre le gustan las mujeres". Qué suerte la tuya, la de películas que deben tener esos videoclubes madrileños!
Yo recién ayer descubrí que en el Blockbuster tenían "Intacto". Y fui feliz.

Imagino que te comprarás un boleto de lotería, y que entonces sí querrás oir villancicos, con los niñitos de san Ildefonso.

"Pero mira como beben, los peces en el río, pero mira como beben..."

4:36 p. m.  
Blogger Nutela said...

Ya te había contado y hasta posteado que estuve como dos semanas antes de navidad trabajando de promotora en el Parque Arauco. Yo sabía mucho de autos Ford, pero las viejas idiotas me querían para que les acarreara sus cajas familiares para los pobres (aunque recibieron sólo desprecios de mi parte porque "para, que no soy tu empleada") y los viejos verdes sólo me miraban las piernas. Los dos peores episodios fueron un viejo maldito preguntándome un detalle absurdo de un auto y retirándose con desprecio cuando tuve la osadía de mirar el catálogo, y una vieja que casi me mató porque una compañera cerró la puerta de un auto a tres metros de su hijo pequeño. Todo esto enmarcado en una jornada laboral que duraba de 9:30 a 22 (hasta las 23 los últimos días), encerrada en un mall sin enterarme que hasta cayó una pequeña lluvia uno de esos días y con una maravillosa banda sonora de villancicos que consistía en dos discos que se repetían eternamente. Todo de lunes a viernes.
Pero Tony tiene razón, te pagan un montón y entonces cuando llega el cheque todo el dolor se transforma en una buena historia.
Besos y ánimo preciosa!!!!!!!

3:12 a. m.  
Blogger Elisa de Cremona said...

Es la verdad, lo único bueno es el dinerillo a fin de mes... Yo trabajaba en una guardería, y esas fechas son agobiantes, los padres quieren ir a comprar sin lo niños, obvio, entonces poco les importa que la guardería cierre a las 8, y llegan a la hora que les da la gana, porque saben que no puedes cerrar e irte y dejarles el niño amarrado al poste... verdad?
Sí, es cierto, lo único bueno, es el dinerito a fin de mes...

2:20 p. m.  
Blogger isabelicity said...

Puchis amigui, ánimo no más. Todos hemos tenido esas experiencias de trabajos indignos cuando todo el mundo tiene que disfrutar.
EJ. el 1 de enero del 2000 yo tenia que presentarme a trabajar a las 8:30. Mariconazo. Mientras todo Chile celebraba la llegada del nuevo milenio, yo me tuve que ir a acostar temprano porque al día siguiente comenzaba mi primer día de trabajo.
Lo peor? llegué y mi jefe se dignó como a las 11:30, es decir 3 horas y media mirando el techo.
Que rico.

6:32 p. m.  
Blogger Alvaro said...

Que decir, el trabajo dignifica al hombre... por terrible que sea, o al menos así nos dijeron alguna vez

10:31 p. m.  
Blogger Alvaro said...

Luto mundial

Luto por la victoria de la insanía vestida de malas razones, por la victoria de uno de los personajes más siniestros de este siniestro planeta.

1:51 p. m.  
Blogger Vero said...

Más que luto... ni siquiera hay palabras frente a tanta estupidez humana.

5:25 p. m.  
Blogger ultra said...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

12:29 a. m.  
Blogger ultra said...

Ahora si...
Amiga que bueno leer sus tardes de reencuentros saludables cargados de energizantes personas [me reconozco chupasangre de quienes andan de mejores animos...jijiji]... Nada mejor que un par de palabras de gente saludable que sin quererlo mejora la calidad de vida y de paso el tiempo [pueden aliviar huracanes] Una vez lei en una revista muy fashion acerca de cuales eran los tips de ciertas mujeres bellas para popacar tiempos nefastos y permanecer asi [de revista], la mas linda dijo simple... me junto con mis amigas y un poco de sol. Ya esta. Sin sol, pero con gente luminosa.
Un besote ;) ultra_mala-pata

12:41 a. m.  
Blogger Roberto Arancibia said...

Vero Verito Verón, te paso a ver, me pongo al día con tus posts y tus comments, saliendo del colapso de pega, o más bien, en un recreo antes de la próxima ola.
Ya estamos en noviembre, se acerca el fin del 2004. Un año raro, tuvo de todo. Ahí estamos, los que ya no somos los mismos.
Te he extrañado, así que me quecé haaaaarto rato por aquí, leyendo e imaginando tu tienda cuica con muebles de cuero, tentadoras alfombras y la Domitila, densa ella, dando vueltas por ahí.

Besos Vero.

6:20 a. m.  
Blogger Roberto Arancibia said...

Vero Verito Verón, te paso a ver, me pongo al día con tus posts y tus comments, saliendo del colapso de pega, o más bien, en un recreo antes de la próxima ola.
Ya estamos en noviembre, se acerca el fin del 2004. Un año raro, tuvo de todo. Ahí estamos, los que ya no somos los mismos.
Te he extrañado, así que me quecé haaaaarto rato por aquí, leyendo e imaginando tu tienda cuica con muebles de cuero, tentadoras alfombras la Domitila, densa ella, dando vueltas por ahí.

besos Vero.

6:20 a. m.  
Blogger Roberto Arancibia said...

Vero Verito Verón, te paso a ver, me pongo al día con tus posts y tus comments, saliendo del colapso de pega, o más bien, en un recreo antes de la próxima ola.
Ya estamos en noviembre, se acerca el fin del 2004. Un año raro, tuvo de todo. Ahí estamos, los que ya no somos los mismos.
Te he extrañado, así que me quecé haaaaarto rato por aquí, leyendo e imaginando tu tienda cuica con muebles de cuero, tentadoras alfombras y la Domitila, densa ella, dando vueltas por ahí.

Besos Vero.

6:21 a. m.  
Blogger Roberto Iza Valdés said...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

3:11 p. m.  

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