sábado, 16 de octubre de 2004

A small good thing

De nuevo agotada pero necesito escribir. Cosas buenas, aunque aún me sienta como pescado fuera del agua y ande todo el día estresada con no meter las patas. Y Domitila, la supervisora, me ande retando a cada rato y crea que todos los condoros son mi culpa.
(Un minuto de silencio por la palabra. Única. Grande. Nuestra).


Hoy parece que se hizo la paz con mi compañero de las alfombras. Resulta que las alfombras son así como la zona vip, donde está lo más caro, “y si bien todos trabajan en todas las secciones, igual hay cierta asignación por zonas, y esa se prefiere que la lleve un hombre”. Y la cosa es que “la lleva” Vito, un italiano que ayer, desde que vendí la alfombra, me miró todo el rato con ojos de huevo frito y no me volvió a hablar. Pero hoy andaba de lo más simpático, aunque en su estilo mesurado, claro.

Que bien. Porque no me quiero llevar mal con mis compañeros de trabajo, menos tan pronto. Además… jeje, lo confieso, la verdad es que encuentro de lo más rico al italiano…

A small good thing, como diría el amigo Carver. O mejor dicho, varias cosillas buenas.

Conversé más con la chica de Tailandia, que ayer no me pescó mucho. En general no se puede conversar en el trabajo… salvo por trabajo, se entiende, y como no hay otras instancias para conocerse como almuerzos juntos o salidas a fumarse un cigarritos como en otros curros, no se sabe mucho de las vidas de los demás. Pero hubo un momento en que no había gente, y además llegamos antes de que abrieran en la mañana, así que ahí intercambiamos nacionalidades, etiquetas y mejores vibras.

Ayer, cuando salí de la tienda, fui a la biblioteca, así que hasta hoy no supe otra cosa… tengo bus directo a la casa, no sólo metro. Ahí al lado, y llego en 20 minutos. Hoy terminé menos cansada que ayer –ir con zapatillas ayudó bastante- y me fui sintiéndome más liviana, con mi discman a full arriba de uno de esos aparatitos que me gustan tanto, y que se deslizan rapidito y suavecito por la ciudad, mientras una va SENTADA, semibailando y anticipando placeres hogareños…

Ahora me pongo al día con el correo, con el blog y con mi juego de cartas pendiente. La casa está asquerosa y ya va a llegar Rebeca. Vamos al super, porque tenemos que preparar la cena. Vienen Nadia, Ismael y Hernán, y en una de esas, ¡por fin!, Loreto. Tengo paja, no quiero salir de la casa y menos cocinar, algo que por lo general me agrada y relaja bastante. Sólo quiero estar petrificada mirando el techo. Pero iré feliz, porque tengo ganas de ver a los chicos. Muchas. Ya se están haciendo periódicas estas juntadas a ingerir todo tipo de sustancias –alimenticias y no alimenticias, en estado sólido, líquido y ahumado -, ponernos al día con nuestras vidas y disfrutar de un nuevo capítulo de “Amiguitos en Madrid”.

Otra cosa que me gusta, los rituales.

Y mañana me puedo levantar a la hora que se me antoje.

Small + small + small
Punto feliz.

PD: por si hay por ahí algún espíritu sensible, me disculpo por la propulsión de anglicismos de éste y otros posts (ejem…). Mi ideal de ser humano los evita, pero a mi ente real, el que postea, le quedan de lo más cómodos. Y no es para tanto, hay cosas peores.


7 Comments:

Blogger Roberto Arancibia said...

Hola Vero trabajosa... no worry por los anglicismos, nobody cares. La cosa es que poco a poco vas a ir conociendo a los otros en la tienda, porqué tantas nacionalidades, es como una Ikea de las Naciones Unidas?

5:47 p. m.  
Blogger Vero said...

Pues creo que la explicación está en algo que me dijo la tailandesa hoy... a los españoles por lo general no les gusta trabajar. o sea, pa' los trabajitos chicos, atinar por ejemplo a ordenar las cosas y todo eso son más sacadores de vuelta.
en una generalización, por supuesto, pero la he escuchado más de una vez.
Y de todas formas la holgura nacionalista igual mantiene una inclinación hacia el prototipo "guapillos de talla aceptable y cara de buena familia"

6:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

"a los españoles no les gusta trabajar"

según un estudio de la ocde, la media de horas dedicadas a una actividad remunerada por trabajador y año, en españa, está en unas 1800. 1800 horas al año, 400 más (en promedio!) que en alemania, 500 más que en francia, y con menos distancia, por encima de países tan aplicados como japón, corea (del sur), reino unido, estados unidos, etc etc. horas interminables, improductivas e infrapagadas.

a los españoles no les gusta trabajar: otra cosa es que puedan vivir según sus gustos. (y todos mis besos para mi adorada recién-explotada-pero-contenta)
p

3:25 p. m.  
Blogger Vero said...

Jaja
Sabía que por ahí iba a saltar un pescadito.
Mis excusas por las generalizaciones prejuiciosas... tienen tan poco valor como las cifras y estadísticas.
1 beso al visitante, que estoy segura será muy trabajador...

5:57 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Llego a tu casa por vías extrañas, alucinantes. Me encanta. Te veo así y asá caminando, entrando y saliendo,y tus anglicismos son como tus aros (si es q usas, te los pones, te los sacas, a veces se quedan en casa de alguien), con todos los sentimientos como en una juguera...Eres rica, realmente, en todas sus ascepciones, aunq no tengas un peso en el bolsillo. Yo tampoco tengo mucho, pero también me considero rica. Vendré por aquí más seguido, esta estación me encantó,

eso de escribir cansado, casi dormido, es de lo mejor, y sí
a veces es small+ small, pero feliz

C.

4:05 p. m.  
Blogger Joe el Misterioso said...

Oui effectivement, pourquoi tant d'anglicismes, vous pouvez pas parler français comme tout le monde, merde alors..!

Son los 26 años pasados aqui que hacen que se me olvide lo que fuera mi propia lengua... o los cinco años en la U. estudiando inglés. Such is life...

El maestro Chasquilla de la escritura, of course.

8:31 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

El tema no es que los españoles trabajen pocas horas, es que en esas horas trabajan poco...

1:17 a. m.  

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