miércoles, 13 de octubre de 2004

¡Hip hip hurra!.. (por lo menos por mientras)

Pues parece que tengo trabajo. Aún no prendo los fuegos artificiales ni inundo este blog con parafernalia pro felicidad ni posteo pensando en las múltiples felicitaciones (jeje) porque no estoy 100% segura de que todo funcione al final con los papeles que tengo (se supone que es un permiso de trabajo restringido o hay que hacer ciertos trámites o algo así). Y no quiero armar la fiesta, ir unos días feliz como lombriz recién contratada a trabajar y luego volverme a la casa con 50 euros en el bolsillo e inútiles deseos de estrangular al mundo porque algo salió mal en los peliagudos ámbitos legales. De hecho aún no lo cuento por mi casa, aún no realizo esa llamada que he hecho miles de veces en mi cabeza, aún no. Hasta que vea esa firma que me diga “sí, está todo bien. Termina de creértelo”.

Satanás tiene un nombre y se llama Tarjeta de la Seguridad Social. Curioso.

Pero bueno, igual estoy feliz. Contenida, pero feliz. Lo que pasa es que fue todo tan rápido que aún no lo digiero. Casi por casualidad.

El lunes en la tarde estaba ordenando la casa. Muy concienzudamente no tiré el diario a la basura, sino que lo dejé aparte para ponerlo con los demás papeles y cartones. Y me dio por hojearlo. 15 minutos después me estaba sacando una foto carnet en la esquina de mi casa, total, el currículum había que entregarlo ahí mismo - Alcalá con Goya, qué mejor-, entre las 6 y las 8 de la tarde (muy oportuno, considerando que eran las 7:30 cuando vi el aviso). Si hasta dejé el computador prendido.

Cuando llegué eran las 19:50 y estaba lleno de barbies de 1.90, muy de solarium y absolutamente producidas, y un que otro ser humano normal. Entonces me puse a repasar mentalmente el aviso: indispensable buena presencia, chicas de 20 a 30 años para trabajar como dependientas en la nueva tienda de Eugenio Risopatrón... el nombre ha sido cambiado para proteger la identidad de las fuentes (!) - Claro, a mí la marca esa no me sonaba de nada, pero después me entero que son unas tiendas tipo Casa & Hogar pero ultra pijas, donde una funda de cojín cuesta como 50 euros. Y todos mis amigos la conocían.

Pero bueno, por orden. Dejé mi currículum y estaba por irme cuando me dicen que tengo que esperar a la entrevista. A esa misma hora, en ese mismo lugar. Sin anestesia. Nada de visualizaciones positivas, respiraciones hondas antes de entrar o tiempo para planificar respuestas estratégicas. Sin tiempo para sicopatearme. Y con pocas esperanzas, al ver a tanta rubia sonrisa Colgate (más internacional que Pepsodent, jeje) de esas a las que les comprarían cualquier bolso. O sea, absolutamente relajada.

La entrevista fue en una oficina enorme, de muebles antiguos y ambiente de “decisiones grandes”, con un viejo con cara de importante sentado en su gran poltrona de cuero y rodeado de retratos familiares (si no era el dueño era alguno de los altos mandos, eso si). Pero el viejo además de importante era de lo más simpático, la candidata además de desenvuelta se sentía extrañamente en confianza y hasta se atrevió a tirar alguna broma por ahí. Incluso consiguió evitar una leve mueca traicionera cuando le dijeron que el trabajo era de lunes a sábado, además del primer domingo de cada mes…
Muy muy leve.
Que no me quejo de nada ¿eh? Que el topo se irá de vacaciones y bienvenido sea el cambio.

Bueno, la conversación siguió sus cauces ya conocidos, “me gusta mucho su forma de ser, creo que serviría para el puesto, la estamos llamando casi seguro”, etc, apretón de manos y a la calle. O mejor dicho al portón del edificio, porque no había alcanzado ni a cruzar la calle cuando me llaman por teléfono.

- Hola
- Si, ¿Verónica? Mira, recién estuviste en mi oficina, en una entrevista. ¿Podrías volver? Es que me faltó conversar algo contigo.
- Si, por supuesto. Voy de inmediato.

Mierda, todo había salido tan bien y ahora apuesto a que meto las patas. Voy a llegar y se me va a abrir el cierre del pantalón o voy a estornudar y se me va a salir un moco, me va a ver que tengo escrita la lista del supermercado en la mano, me va a pedir hablar en inglés –nivel superior, jajaja- y voy a colapsar y me voy a quedar muda, me va a preguntar algo que no sé… ¿Qué le faltará saber? ¿Qué problema hubo???

- Sí, dígame.
- ¿Puedes empezar el viernes?

¡Que susto!

12 Comments:

Blogger isabelicity said...

yei yei y más yei!!!!

8:10 p. m.  
Blogger Nutela said...

Que toda la suerte y las buenas vibras para que nada, pero nada salga mal y te transformes en esta mujer fashion top que sabe lo último en cinturones y que me va a mirar con cara de "Oh my god, ese pantalón es tan de la semana pasada" cuando regrese.
Felicitaciones por ser tan simpática, que has dejado al hombre extrañándote al segundo en que te fuiste.

8:49 p. m.  
Blogger Barro said...

Aleluya!, o bueno, ninguno de los dos es particularmente religioso así que... Hueona maja qué la raja, la zorra, ya era hora, prepárate Madrizzz.

10:17 p. m.  
Blogger Vero said...

Un gracias a mis queridos compatriotas por tantos vítores para celebrar(me) -lástima que no les sirvan mis descuentos navideños- y una notita para los más allegados a mi familia: cuidadito con andarle contanto a nadie... que a mi madre la sorpresa se las quiero dar yo! (en cuanto firme, x eso)
Vero en sus últimos días de ocio y TV

10:40 p. m.  
Blogger Vero said...

Bueno, eso no me preocupa tanto... los pijos son los que compran, no los que venden por el sueldo mínimo.
jeje

11:18 p. m.  
Blogger Alvaro said...

Suerte con eso. El trabajo dignifica al ser humano. aunque cada vez con menos pasta y mas dolor de espalda. muchisisisma suerte

4:10 p. m.  
Blogger Vero said...

Entre la felicidad de ser dignificada y la tentación de caer en el tópico quejumbroso (¿o es acaso el justo, necesario y negado derecho a pataleo?). Pues sí, poca plata, muchas horas, aquí, allí y en la quebrada del ají...
Pero estoy feliz.
Me duelen los pies y estoy feliz.
Gracias por las suertes!

7:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

la mejor de las suertes. ya verás todo saldrá bien. un beso azul caribeño. mi billete dice 29 de noviembre, así que nos vemos pronto.
elianne

7:41 p. m.  
Blogger Vero said...

UAUUUUUUU, ¿EL 29?
Que alegría niña, que alegría...

9:22 p. m.  
Blogger Polilla said...

Mierda!!!!!!!!!! No lo puedo creer!!!!!!!!! Maldita, y no me dejas correr a comentarlo con Lali-regala-dulce-de-camote-que-prepara-Anita!!!!!!! (Porque el palo me ha llegado directamente, no te preocupes) Cuando he leído tu mail esta mañana no entendía nada, pero hoy Sol me ha puesto al tanto y ahora leo esto y no lo puedo creer de lo feliz que estoy!!! Y viste?? Paciencia, paciencia, y te sale un "curro" al ladito de casa. Ay.... si la vida está llena de estas buenísimas noticias que nos hacen olvidar que mañana hay que madrugar para ir al laburo. Silla, COLEGA!!!! Te kiero tanto y no puedo esperar a estar ahí!!! Espérame para cuando pagues el piso.
xxx

1:52 a. m.  
Blogger Roberto Arancibia said...

Vero, que alegría, Lei primero el post de después, y vine a este ahora. Dificil de entender, pero tu alegria tambien es mia.

2:50 a. m.  
Blogger Vero said...

Que bonito Roberto, gracias por eso. Y bueno, al lado al lado no es, queridísima CCG, porque hay una tienda al lado de mi casa –dde fui a dar la entrevista- pero yo trabajo en otra. De todas formas, es la misma línea de metro y llego en 20 minutos, aunque aún me cuesta mucho lidiar con esto de “madrugar”…

4:26 p. m.  

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