sábado, 6 de noviembre de 2004

Carmina

Image Hosted by ImageShack.us Cuando era chica tenía una compañera de curso de la que todos se burlaban, la Carmina Robles. Carmina era feita, delgada, oscura. Una criatura con cara de gnomo que dedicaba casi todos sus esfuerzos a pasar desapercibida y no morir de miedo ante la evidencia de que había otros seres humanos poblando el planeta. Supongo que todos nos sentíamos un poco superiores cerca de ella, seguros. Hasta los más parias se sentían más que Carmina. Pocos le hablaban. Yo a veces le conversaba o me sentaba a su lado, pero lo que en realidad me interesaba era que me prestara sus lápices con dibujitos, sus cuadernos perfumados y sus gomas de borrar con formas de animalitos. Todo un mundo de fantasía que la austeridad que imperaba en mi casa no me había permitido conocer. Nunca la envidié, pero sí envidié sus cosas, la abundancia material en la que parecía vivir, la cantidad de tonterías que le compraban sus padres, seguramente porque la sabían infeliz y perdida. Más tarde supe que la sacaron del colegio (uno o dos años después de que me cambié yo creo) porque sentía que ahí nadie la quería.

Me acordé de ella hoy. Me traje un recuerdo borroso, que estaba enterrado en esa tierra prohibida donde guardamos lo peor de nosotros, lo que no creemos ser, lo que nos resulta ajeno cuando lo recordamos. No sé bien por qué. Pero entre reglas de Candy, mochilas con estrellitas y cintillos de colores se me apareció un abrazo. Su cuerpo frágil, casi ingrávido, latiendo bajo el delantal azul a cuadritos, acercándose al mío en busca de apoyo, buscando sentir conexión, el calor de una mano tocando su espalda. La rapidez de una mano entrando en el bolsillo azul a cuadritos, en el fondo de su enorme bolsillo, para salir después con su botín culpable, unas monedas que no valían la traición, una cantidad que ya no importa, que se cambió hace muchos y olvidados años por alguna golosina en el quiosco del colegio.

4 Comments:

Blogger isabelicity said...

Mi saquito de plomo se llama Consuelo Olivares. Pobre, siempre me he preguntado que qué habría sido de ella si le hubiera tocado otro curso, otro colegio...

8:08 p. m.  
Blogger Tono said...

Guau, tantos detallitos, recuerdos, sentimientos encontrados. Me emociono.
No se si es la hora o el resfrio, pero me puse a recordar mis propias mini-traiciones.
Abrazos desde el borde.

6:16 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo fui un "Carmino" en el liceo, pero despues me di cuenta que .. claro, no darme cuenta antes, cambiamos. Y de ser el nerd (quizas gay) y feo pasé a ser una especie de referente.
Puedes estar tranquila. Carmina está bien, porque encontró una veta de diferencia en ella y un colegio que la martirizó.. sumando eso da como resultado una persona excepcional

PD: piensa que ahora puede ser modelo, o una mina famosa o bien es parte de la farándula.

7:45 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Nota:
A veces las Carminas o Carminos se rebelan contra los tiranos sub-17 :P

7:46 p. m.  

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